NUEVA DELHI, India.- Científicos de todo el mundo investigan la variante del coronavirus identificada en India, que afecta al sistema de salud en el país a niveles de catástrofe y que causa alarma en otros países.
La variante, llamada de “doble mutación”, encendió las alarmas en la India a medida que los casos fueron aumentando en el estado occidental de Maharashtra, entre diciembre y marzo. India reportó ayer casi 333.000 casos, muy por encima del pico de 93.000 casos diarios de 2020.
El 24 de marzo, el Ministerio de Sanidad del país informó que entre el 15% y el 20% de los casos de coronavirus analizados en la región -foco temprano de la segunda ola- presentaban dos mutaciones inusuales: E484Q y L425R. Desde entonces, la cifra de casos que tienen estas mutaciones aumentó a más del 60%. La variante se llama B.1.617.
Ahora, el país está sumido en una tragedia sin precedentes. En una semana se registraron casi 1,6 millones de casos, lo que eleva el total a más de 15 millones. En 12 días, la tasa de positivos de covid-19 entre los tests se duplicó hasta un 17%, con lugares como Delhi que alcanzan el 30%.
El interrogante acerca de la peligrosidad de la nueva cepa es lo que se está tratando de develar, y su vínculo con la segunda ola de la pandemia, ante el colapso de los hospitales indios, que se están quedando sin oxigeno y atienden a dos pacientes por cama. En los últimos días se han visto crematorios al aire libre en Nueva Delhi, debido a que las morgues no tienen lugar y los incineradores no dan abasto.
“La sobrepoblación y la densidad de India hace que sea una incubadora perfecta para que este virus registre mutaciones”, dice Ravi Gupta, profesor de microbiología clínica en la Universidad de Cambridge, en una entrevista con la cadena británica BBC.
La ola de casos en el país asiático también podría haber sido causada por grandes concentraciones de personas y la falta de medidas preventivas.
Hace unas semanas, el gobierno declaró que había vencido al virus y autorizó la realización de festivales religiosos tradicionales, a los que acudieron cientos de miles de personas, sin barbijos ni distanciamiento social.
Otra pregunta que es necesario responder es qué efectividad tendrán las vacunas sobre la “cepa india”. Según un artículo publicado en “Nature”, algunas variantes conseguirán escapar a las vacunas y se necesitarán cambios para hacerlas más efectivas.
Sin embargo, es probable que las vacunas disponibles ralenticen la propagación de la enfermedad. “Puede ser la diferencia entre ser asintomáticos, tener síntomas leves o terminar en el hospital con riesgo de muerte”, dice Jeremy Kamil, virólogo de la Universidad Estatal de Luisiana, Estados Unidos. Una de sus mutaciones es similar a las observadas en otras identificadas en Sudáfrica y Brasil. Esas mutaciones pueden ayudar al virus a evadir anticuerpos que combaten el coronavirus según la experiencia de infección previa o vacuna.
La extensión de la variante y su capacidad de viajar es también motivo de investigación. Hasta ahora, se detectó en 220 de las 361 muestras recolectadas entre enero y marzo en el estado de Maharashtra, en el oeste de India. Además, se la encontró en 21 países, según la base de datos global Gisaid. La mayoría de los viajeros procedentes de India tienen prohibida ahora la entrada en Reino Unido. Italia y Alemania también pusieron restricciones a los viajeros desde la India. (Reuters-Especial)